Manual práctico de fertilización

Prologuo

Durante mucho tiempo, quizá demasiado, la viña fue víctima de un tipo de obesidad potásicaa. Bajo la presión combinada y eficaz de la remuneración kilo/grado, se extendieron toneladas de potasio en las viñas francesas, con o sin denominación.

¿Las cosas van a mejorar ? No es seguro.

Después de la ola potásica, aparece una ola orgánica sobre el viñedo salida de una sospecha, frente a los aportes nitrogenados.
El desastre a sucedido a la euforia, cada uno, en un rincón de su viña, o bodega, constata la carencia y el paro de la fermentación. Los que predicaban antes el paro de las fertilizaciones nitrogenadas, venden hoy abonos foliares (a base de urea) para reactivar las fermentaciones, y mañana propondrán ureasa para eliminar los excesos y evitar la formación de compuestos nitrogenados cancerígenos (carbamato de etilo) o alergénicos (aminas biogénicas).

¿Se puede predecir la próxima ola ?

Junto a esto y porque el mercado es menos remunerador, se constata en las zonas vitícolas de pH ácido abandonos de aportes calcáreos o calco-magnesianos. El empeño “orgánico”, mucho más remunerador, no está ausente de esta problemática. Siempre se culpabiliza al viticultor con el viejo lema “la caliza enriquece a los padres y arruina a los niños, la orgánica arruina los padres y enriquece a los niños”.

En Francia, contrariamente a los países anglosajones, el cultivo agronómico es muy “suelo”, mientras que estos últimos son más bien “planta”, y que los “nuevos” viñedos del tercer mundo son sencillamente “producto”.

Claramente, digamos que los franceses prestan mucha atención al equilibrio de los suelos (aún que para el pH no sea verdad) y al desarrollo de la microflora y la micro fauna, por medio de abonos orgánicos. Alimentar el suelo para alimentar bien la planta, es la divisa que hace la abstracción de la bio disponibilidad, dependiendo de otros factores (sequía, exceso de agua, pH de la solución del suelo…)

Los Anglosajones multiplican los controles foliares y peciolares, seguramente seducidos por el lado experimental y riguroso de estas medidas, susceptibles de aportar soluciones simples a problemas complejos.
Los viticultores del tercer mundo (Argentina, Australia, EE.UU) se preocupan en ofrecer el mejor producto posible en el mercado, y sobre todo productos seduciendo a los consumidores. Se trata pues, a partir de los análisis de vinos, de remontar el sector para ajustar las fertilizaciones a los objetivos. Es de un realismo frío, pero eficaz…

Este manual práctico de la fertilización de la viña intenta hacer una síntesis de todos estos enfoques, que no excluyen uno del otro ; ¡Cómo imaginar descuidar el suelo, no cubrir las necesidades de la planta o ignorar las necesidades de producir buenos vinos !
Por primera vez, los análisis minerales de los vinos vienen a aclarar los problemas de fertilización, y se proponen algunas soluciones prácticas. Es un anticipo en el razonamiento y ciertas preconizaciones deberán afinarse sentando las bases de un diálogo entre el agrónomo y el enólogo.

Junto a estas disposiciones relativas a las relaciones entre la calidad de los vinos y la fertilización, se desarrolló una reflexión sobre la alimentación de la viña y su relación con las enfermedades. Desde hace varios años los dietistas llaman la atención del público sobre el equilibrio alimentario y los riesgos médicos de las transgresiones en el hombre.
Lo mismo ocurre con los vegetales. Se conocen algunos grandes principios de los viticultores : demasiado nitrógeno = enfermedades - carencia de potasa = defecto de madurez. Pero con respecto al efecto de otros elementos más discretos (P, Ca, Mg, S, etc.) los conocimientos siguen siendo rudimentarios, por no decir más. Es necesario remediar eso, ya que el contexto internacional pide cada día más rigor para seguir siendo competitivos en el mercado de los vinos, y el público exige un cultivo cada vez más ecológico, respetuoso del medio ambiente.

Espero que este manual práctico de fertilización (en relación con la calidad de los vinos) ayude a los viticultores : ¡será nuestra mayor satisfacción en la degustación de sus vendimias !